
En la compostelana calle del Sar está ana, un restaurante en el que he comido unas cuatro veces en los últimos dos meses y del que quiero hablar hoy aquí. Para acceder al comedor, es necesario pasar por un patio (el de la foto) en el que se montan dos o tres mesas en los días de sol. Los mandiles largos y negros de las camareras, la piedra de las paredes, y la forma en la que se ha restaurado el local conforman una atmósfera elegante. Pero al grano, al fin y al cabo, hablamos de un restaurante, y allí se va a comer. Tienen una carta original, en la que la comida se separa en cuatro grupos: entradas para compartir, entrantes individuales, pescados y carnes. De los entrantes individuales hay que destacar las "golosinas de queso de tetilla con nueces", consistentes en lo que parece pasta brick rellena de queso (fundido al calor de la sartén) y nueces. El resto de los platos son elaborados, originales y sabrosos, impresiona la presentación de los mismos y el sabor no defrauda (ahora me doy cuenta de que debí de haber copiado alguno de los larguísimos títulos de la carta, o hacer alguna foto al plato). Los postres son igual de originales y sabrosos, yo me decanté la última vez con uno de mermelada de mango con sabores muy sugerentes y contrastados.
En cuanto al precio, con una botella de vino de 18 €, café y postre, ronda los 30 € por persona.
Para ver más opiniones (dispares), se puede ver el blog de Manuel Gago.
2 comentarios:
Me invitarás ahí :)?
Si algún día cruzas el charco, cuenta con ello.
Publicar un comentario