Que me gusten las películas de temática irlandesa, que admire al actor Daniel Day-Lewis y a las historias que he oído sobre como prepara cada papel (tres años entrenando como boxeador para esta película) y mi querencia por los antiheroes son tres buenas razones para que me animase a ver esta película.
Hablando de antiheroes, aquí la definición de la wikipedia: “un anti-héroe es un protagonista que vive por la guía de su propia brújula moral, esforzándose para definir y construir sus propios valores opuestos a aquellos reconocidos por la sociedad en la que vive”. En esta película, el anti-héroe es Danny Flynn (interpretado por Day –Lewis), que tras pasar 14 años en la cárcel por su pertenencia al IRA, regresa a su barrio de siempre, para retomar su carrera de boxeador y apostando por el “no sectarismo” (católicos y protestantes juntos). Esto, sumado a que su antigua novia (de quien sigue enamorado) es ahora la mujer de un preso del IRA hace que se gane la enemistad de ciertos miembros del IRA.
Muy recomendable.