He iniciado una campaña en pro de su liberación, con no mucho éxito.

Hoy, invitado por Arcade Consultores, he subido a los tejados de la catedral compostelana, algo que no hacía desde 1989. La visita, aunque pasada por agua, resultó un “lujo para la vista”, como dice Alex Roé. A pesar de haber vivido siete años en Santiago de Compostela, enamorado de la ciudad vieja, y aficionado a conocer sus historias, aprendí algo nuevo: hay una teoría que explica las pirámides que coronan algunas torres de la catedral de Santiago, construídas en 1560, por imitación de las pirámides aztecas, al ser Santiago el lugar Santo más próximo a América.
La primera vez que mis suegros vinieron a comer a mi nueva casa, descubrí en la sobremesa que no tenía ni café, ni cafetera (la que tenía se había quedado en nuestra vieja vivienda), así que salvé malamente la situación con unos sobres de Cappuccino descafeinado de Nescafé. Mi madre, que había asistido a la peripecia no tardó mucho en regalarme una cafetera: una Nespresso Delonghi EN95GY.
Seguro que casi todo el mundo conoce ya el sistema Nespresso, pero yo nunca había oído hablar de él, con lo que me quedé muy sorprendido al conocerlo. Estas cafeteras funcionan con unas capsulas de café, cuyo precio aproximado es de 30 centimos de Euro, y que se compran en la web del Club Nespresso. Están cerradas herméticamente y mantienen el aroma del café intacto hasta el momento de su preparación, el agua pasa a través del café sin que la capsula se rompa, con lo que la limpieza de la cafetera no da ningún trabajo. Hay una gran variedad de sabores y cada uno de ellos se identifica con un color. Con el primer pedido regalan un expositor de madera con unos rótulos que explican las notas de cata de cada variedad. Todo un “asombra visitas”.
Tras varios meses conviviendo con semejante artilugio en casa, diseñado para los gourmets del café, he sucumbido a su embrujo. Comencé por utilizarla únicamente cuando tenía visitas, pero pronto empecé a tomar algún espresso al comienzo de algún día largo, y hoy, que no necesitaba ningún estimulante (para eso es domingo), tuve que hacerme un Decaffeinato intenso solo para matar el gusanillo. Por cierto, que he dejado de tomar el café con azucar: ahora lo tomo solo para apreciar su sabor tal y como es.
Un viejo castillo de Grayskull y unas figuras de He-Man, Skeletor, Teela y Orko que dormían en el desván de la casa de mi madre desde hace 20 años han vuelto a la vida de la mano de mi hijo de 5 años.
Las figuras, escenarios y vehículos de MOTU (Masters of The Universe) pueden conseguirse hoy sin dificultad en ebay o todocoleccion a precio razonable si son para jugar. Digo esto porque si son para coleccionar: embalaje original, incluyendo minicomic, con todas sus armas y complementos el precio se dispara.
En universo retro dedican una página a explicar toda la historia de los Masters del Universo, y de todos sus personajes, ilustrándolo con fotografias de estas figuras fabricadas por Mattel en los años 80.