Esta foto, aunque no lo parezca, no es una pose, es la genial captura del instante en un café parisino. Y digo "aunque no lo parezca", por que todo parece genialmente dispuesto para lograr un efecto cautivador:
- el momento preciso en el que se produce la fotografía, captando el gesto del hombre y la expresión de la mujer justo antes del beso
- los espejos de la pared, reflejando la cara del hombre que si no no se vería, y mostrando la expresión de la mujer desde otro punto de vista
- el centro bien definido de la imagen, ocupado por la cabeza del hombre y a la que nos llevan las lineas verticales y horizontales
- el bodegón perfecto que muestran los objetos sobre la mesa
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