Vaya palabreja, la de infantómetro. Yo pensaba que el aparato de madera o metal, o la cinta pegada a la pared que tienen los pediatras se llamaba tallímetro, pero resulta que, si se usa para medir niños, también recibe el nombre de infantómetro.
El caso es que no es difícil conseguir una especie de poster con los centímetros marcados (algunos centros de salud los regalan, también se puede fabricar), para pegar en la pared e ir haciendo muescas de cuando en vez con la estatura del niño. El ver así plasmado, tan graficamente, el milagro del crecimiento, es reconfortante para los papis y para el niño, además, si alguién tiene interés (yo no lo he hecho), se pueden comparar los datos obtenidos con los estándares proporcionados por la Organización Mundial de la Salud.
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