Desconozco el motivo, pero en la playa me ocurre muchas veces que, recién salido del agua, con la piel mojada, se me acerca una abeja o una avispa que se pone a revolotear a mi alrededor, con el consiguiente miedo a que pique y se estropee el día de vacaciones.
Me han contado un truco contra esto, que probé unas cuantas veces y que funciona casi siempre
: ponerse a silbar en cuanto se acerque a nosotros el insecto, sin hacer nada más. Esto hace que acabe por dejarnos en paz al cabo de unos segundos.
Por si a alguien le sirve, aquí se queda.
4 comentarios:
Sin ningún fundamento por mi parte, me da la impresión de que se trata de un placebo. Quiero decir, si te estás quieto normalmente la avispa terminará cansándose de ti (o habrá bebido suficiente agua de tu piel), y se marchará. El hecho de hacer algo mientras se espera ese rato debe de ayudar bastante a aguantar los nervios.
Claro que también puede ser que no le guste como silbas =)
No es descabellado por tu parte, y puede ser cierto, por que lo he probado, y la avispa no huye despavorida, si no que espera unos segundos.
Es cierto. Lo hago habitualmente cuando reviso los cuadros. Es una forma de que me reconozcan y sepan que no les hago daño, solo las contemplo. Y seguramente reconocen mi "olor". Saco los cuadros lentamente y ellas caminan por mis manos. Si alguna llegara a picarme, pienso que es bueno para el reumatismo, y me aguanto. Si trato de quitármela bruscamente,cuando entierra su aguijón, dejará parte de su cuerpo y aparato digestivo,junto con el aguijón, luego muere. y yo sufro a rabiar! por el dolor claro. slds. Elisa DK
Me refiero a los cuadros de las abejas.
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