miércoles, 10 de enero de 2007

Selección en la empresa privada, selección para entidades públicas

Ayer, en una conversación en la que estaba participando, alguien hizo el siguiente comentario:
Si quieres trabajar como químico para el Estado, debes superar un examen para acreditar tus conocimientos de química, sin embargo, para trabajar en la empresa privada, no te preguntan nada de eso: evaluarán tu capacidad para trabajar en equipo y otras cosas nada relacionadas.
La verdad, es que nunca lo había visto de ese modo. Para el desempeño de cualquier profesión, es obvio que no basta con unos abrumantes conocimientos teóricos acerca de los principales asuntos sobre los que se desempeñará, si no que hacen falta otras habilidades:
  • un notario, por muy conocedor que sea del Derecho, necesitará un mínimo de habilidad relacional y capacidad para organizar y coordinar equipos de trabajo,
  • un médico que quite el MIR con nota, acreditanto así que acumula un gran saber teorico sobre la ciencia que debe aplicar, requerirá de algo más que la fría teoría para ser un buen profesional en su trato diario con el paciente,
  • un inspector de hacienda, excelente conocedor del sistema fiscal, debería tener capacidad de negociación y comunicación, etc.
Parece obvio que en la empresa privada, antes de acceder a un puesto, se tiene en cuenta, antes que el conocimiento de la teoría, esas otras habilidades que, aunque parecen imposibles de acreditar o medir, se detectan en entrevistar personales o utilizando otras tecnicas ¿por qué no en el acceso a la función pública?, quizás unas pruebas para medir algo tan subjetivo como la habilidad relacional se convertirían en una excusa para contratar a ineptos recomendados.

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