A menos de un kilómetro de mi casa hay una fuente, en un lugar llamado 'A Quenlla'. Conozco esa fuente de toda la vida, pero hacía años que no pasaba por allí; lo hice este domingo, y me encontré con la agradable sorpresa de un cartel, que explica una leyenda local que yo desconocía y que se refiere a la fuente en cuestión. Bonita forma de recuperar la tradición oral.
En esta fuente había un hada, que peinaba y le daba de vez en cuando una moneda de oro a una niña muy pobre. La niña no tenía otro modo de agradecérselo, y todos los días le llevaba al hada un pedazo de pan. Mariquiña le había prometido al hada no contar el secreto a nadie, pero un día, su madre le preguntó para que era el pan, y tanto le insistió, que al final, Mariquiña le dijo:
- Siempre que vuelvo del castro, en la fuente de la Quenlla, se me aparece una mujer que me peina y que dá dinero, es a ella a quien se lo llevo.
Ese día Mariquiña no volvió del castro. La vaca y el ternero que llevaba a pastar volvieron solos.
Unos dicen que Mariquiña se perdió, otros que el hada la llevo con ella por faltar a su promesa, ese es el eterno secreto de la fuente de la Quenlla
No hay comentarios:
Publicar un comentario