Recuerdo haber leído Rebelión en la granja cuando estaba en el Instituto; me gustó tanto que corrí a la biblioteca municipal a buscar todo lo que tuvieran de Orwell: 1984 y Sin blanca en París y en Londres.
Hace unos días, buscando en mi biblioteca algo que mereciera el título de clásico de la literatura universal, me encontré con un ejemplar de 1984 que vino de regalo con el único ejemplar de la revista Quo que compré en mi vida, y eso fue lo que estuve leyendo estos días.
Esta utopía negra, resulta una novela comoda de leer y que invita a reflexiones interesantes, aunque eso si, la primera vez que la leí, con el telón de acero en pié, daba más que pensar: era muy facil reconocer al Partido Comunista Ruso en el Partido INGSOC (socialismo inglés) de la novela.
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