Se acabó el día de Reyes.
Para mí sigue siendo mágico: divertídisimo hacer regalos a tutiplen, y lo mismo recibirlos. Con un niño de dos años y medio, esto es aún más cierto, y ello a pesar el cansancio:
Día 5 a la noche, acostarse tarde para envolver regalos, forrar la mesa de papel de regalo, colocar los paquetes artísticamente, etc. Día 6 madrugar con mi hijo para la fiesta de abrir paquetes, y al poco tiempo un viaje de 100 kilometros (distancia que separa la casa de mi suegra de la de mis padres, todos los abuelos quieren disfrutar con el niño ese día).
De todo lo que me han regalado lo más interesante una maquinilla de afeitar para usar bajo la ducha, con dispensador de espuma ¿?. Lo probaré.
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