Por cosas del trabajo tuve que estar un par de días en Stuttgart. El nombre de esta ciudad alemana viene a significar “jardín de yeguas”, y cuenta con unos 600.000 habitantes.
Es una ciudad muy ligada a la industria de la automoción, Bosch (el de las bujias) nació allí, y allí se encuentran la fabrica de la Porsche, con museo incluído y de la Daimler. Si te bajas del metro en la estación central de Hedelfingen, verás en la cima del edificio el caracterísitco logotipo de la Mercedes.
Me llamaron la atención, y me causaron una sana envidia, unos kioscos de fruta que encontré en varios lugares de la vía pública (fruit bars), que vendían unas muy apetitosas y saludables raciones de fruta fresca lista para consumir.
Descubrí en este viaje que los alemanes no comen pan con las comidas. Tienen mucho y muy buen pan, con distintas variedades, pero no lo sirven con las comidas.
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