"Mañana será otro día", o en francés "A demain les affaires sérieuses" (literalmente: los asuntos serios para mañana) es una expresión que se emplea en casi todos los idiomas para expresar que no merece la pena complicarse el día de hoy con preocupaciones.
Cuentan que el origen de esta expresión está en Beocia, en el año 379 a.C., donde el gobernador Arquías se encontraba celebrando una gran fiesta, ebrio, cuando llevaron ante él a un mensajero con una carta. Arquías tomó la carta, y guardándola dijo "los asuntos serios para mañana". Esa carta contenía información detallada de como Pelópidas había urdido una conspiración para asesinarlo, nunca llegó a leerla, ya que murió a manos de Pelópidas.
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