Desde que estoy trabajando, me ha tocado sacar adelante varias páginas web, y se me ha ocurrido plasmar en un post unos cuantos tips basados en esta experiencia, con dos objetivos: el primero, que me sirva de referencia para el futuro, y el segundo, que le resulte útil a cualquiera que lo lea y se encuentre en la tesitura de tener que sacar adelante una web para su empresa.
Punto de partida: el documento de especificaciones. Antes de empezar a construir una casa, conviene tener unos planos. Lo primero que necesitamos para tener una página web que cumpla todas nuestras expectativas, es un documento de especificaciones, en el que se recoja de forma más clara posible, qué es lo que queremos. Debería estar dividido en dos partes: frontend o parte pública y backend o parte privada. Se trata de poner por escrito, en lenguaje directo y sencillo, lo que esperamos desde un punto de vista práctico de nuestra nueva página, ilustrándolo en la medida de los posible con ejemplos de otras páginas ya publicadas. Para mí, la forma fácil de hacer esto es pensar primero en las secciones que ha de tener, luego describir como las percibirá el internauta, y después redactar la sección del documento relativa a la parte privada. Esta parte privada es muy importante: ha de permitirnos modificar la web en toda su extensión sin depender de sus creadores, es decir, modificar textos, añadir productos, categorías de estos, etc. Hay que pensar si necesitamos distintos niveles de acceso a la parte privada (por ejemplo, un usuario que pueda editar los textos, y otro usuario que pueda ver los datos de los clientes) o si nos sirve con un único usuario para el backend.
Consultar a varios proveedores, que nos den ideas. No sé cual es la razón, pero en este mercado hay una gran oscilación de precios a mismo producto, así que, cuando tengamos bien claro lo que queremos, y hayamos plasmado eso en un documento, debemos seleccionar al menos tres proveedores entre empresas con experiencia en el diseño y programación de páginas web, fijándonos en otros trabajos que hayan realizado y que nos gusten. A estos tres precandidatos les enviaremos nuestro documento de especificaciones con varios ruegos: que nos envíen un presupuesto, que nos especifiquen el plazo de entrega, que propongan mejoras o recortes a esas especificaciones (puede que se nos haya ocurrido una funcionalidad que incremente considerablemente el tiempo de desarrollo y por tanto el presupuesto, y no aporte en realidad mucho, en ese caso conviene escuchar a los profesionales y eliminarla de la lista de deseos). En reuniones personales con representantes de los posibles proveedores, escucharemos sus ofertas y sus ideas, tomando buena nota de todo lo que nos digan y las opiniones que expresen sobre nuestro documento de especificaciones. Es muy interesante pedir referencias a los posibles proveedores, que nos indiquen que otras web han realizado con especificaciones parecidas, y nos muestren la zona privada de alguna web que hubieran desarrollado. Para elegir el proveedor, cada uno que aplique sus propios criterios: el más barato, el más rápido, el más solvente (en función de las referencias aportadas).
Desarrollo del proyecto, ojo con la fecha de finalización. Una vez elegido nuestro proveedor, lo primero sería revisar con él más detalladamente el documento inicial de especificaciones, y elaborar un documento de análisis conjunto, en el que plasmar con mayor detalle y rigor cual será la funcionalidad de la web. Hay que pedir a los desarrolladores que especifiquen con claridad y detalle cual es la materia prima que necesitan de nosotros para hacer su trabajo (fotos de productos, textos, imagen corporativa, etc.). De esta revisión saldrá un documento de analisis, que con la fecha de entrega, el precio y la forma de pago, y posibles clausulas de penalización por posibles retrasos, deberían ser firmadas por nosotros y el proveedor. Ya metidos en vereda, y en la medida de lo posible, procuremos volcarnos en entregar la materia prima pronto y bien: clasificada y cumpliendo especificaciones (resolución de imágenes, formato de ficheros gráficos, etc.). Redundará en nuestro propio beneficio. Totalmente prohibido para nosotros: introducir modificaciones en el proyecto en fase de desarrollo: retrasará la fecha de entrega y nos costarán un ojo de la cara.
Antes de publicar, mejor comprobar. Cuando sus creadores den por terminada la web, debemos de probarla, sobre todo si incluye partes en las que el cliente puede interactuar de alguna manera (alta de usuarios, modificación de datos de registro, compra on line, pago, etc.), y probarla intensivamente. Podemos pedir a nuestro proveedor que nos muestre la web on line en un directorio restringido, y facilitarlo a compañeros, conocidos y amigos, con el ruego de que usen y abusen de la página, comunicando cualquier error o incidencia que detecten. Nosotros debemos recopilar todo el listado de bugs, que sin duda aparecerán, y clasificarlos para su envío a los programadores lo más detallado posible: descripción del error, instrucciones para reproducirlo y reproducción exacta del mensaje de error si se produjo.
2 comentarios:
El contenido, me sugiere otro título:
"Sacar adelante un Sitio Web para mí Empresa"...
Pues venga, los comentaristas al poder,título cambiado (el que tenía antes era Antes de hacer una web de empresa)
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