sábado, 18 de febrero de 2006

¿Soy un geek?

Había leído la palabra alguna vez, pero en el blog 86.400, he visto una entrada que, además de dar una definición concreta, explica las 10 razones por las que salir con uno, lo que ayuda a comprender que es un geek.

Un geek es una persona que comparte una gran fascinación, quizás obsesiva, por la tecnología y la imaginación; es más un estilo de vida y una forma de ser que una afición concreta por algo poco habitual. Su objetivo es hacer las cosas por diversión y por el reconocimiento, casi siempre por el simple placer de hacerlo.


Los geeks son útiles: pueden arreglar tu ordenador, tu portátil, etc. Esas habilidades son muy útiles y pueden hacer que tu vida vaya sobre ruedas.


Son más románticos de lo que la gente se piensa. Su idea del romanticismo puede consistir en hacer una página web sobre ti. Pero vamos, las webs duran más que las flores y se las puedes enseñar a tus amigas.
Tienen cerebro y suelen ser muy cultos.


Requieren poco mantimiento, así que no habrá necesidad de cenas muy elaboradas. Y si no eres la mejor cocinera, siempre puedes pedir una pizza.


No tienes que preocuparte de qué estará haciendo. Lo más normal es que lo encuentres delante del ordenador.


Él confía en ti, así que puedes ser tú misma cuando estés a su lado. ¿Quieres andar por casa con una camiseta vieja para estar más cómoda? A él no le importará. No le molestará que no te maquilles o que pases de arreglarte el pelo.


Te hará estar radiante allá donde vayas. No importa lo cutre que sea tu forma de vestir, no importa que no tengas don de gentes: parecerás una modelo sofisticada y una elegante diplomática al lado de tu geek. Hará que estés tan bien, que te enamorarás de ti misma.


Vale: no entiendes de ordenadores, televisión ni DVD’s; tampoco te importa ser popular o elegante. ¿Qué me dices de los últimos gadgets tecnológicos? Serás la orgullosa poseedora de los aparatitos más modernos si te decides por salir con un geek.


No te va a poner los cuernos. Coge a la mujer más sexy del mundo (Angelina Jolie, por ejemplo) y ponla en la misma habitación que un geek. En un rincón, pon un ordenador último modelo. Apuesto a que a tu geek le apetece más jugar con el ordenador que empezar a conocer a Angelina Jolie. De hecho, puede que ni siquiera la vea si el ordenador dispone de conexión a Internet. ¡Venga, vamos! Tiene que descargar su e-mail, navegar por la web y escribir un post en su blog contando que está en la misma habitación que Angelina Jolie…


Y esta es la razón definitiva: realmente le importas. No tu apariencia (aunque eso es un plus), ni lo delgada que estés, ni todo el maquillaje que te pongas encima. Le gustas porque eres tú.

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