- que el total del activo no supere los 395 millones de pesetas de las de antes
- que el importe neto anual de la cifra de negocios sea menor a 790 millones de pesetas
- que el número medio de trabajadores empleados no sea superior a 50
Cuando tu empresa deja de cumplir dos de estos requisitos, entras en un nuevo universo: la auditoría de cuentas. Se hace necesario designar un auditor por un período mínimo de 3 anós, y máximo de 9 para que emita un informe, que luego será público, sobre la contabilidad que presentas, y hasta que punto refleja la 'imagén fiel' de la realidad economica de tu empresa, además de preocuparse de que cumplas con toda la legalidad, así, en abstracto (prevención de riesgos laborales, ley organica de protección de datos. etc.)
Si no nombras el auditor, el registrador mercantil lo hace por ti, así que no hay forma de librarte.
En el fondo, es una oportunidad de mejorar, pero en principio es un incordio: dejar todo lo que haces y dedicar todo tu tiempo a darle explicaciones a un extraño.
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